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miércoles, 12 de enero de 2011

La Flor Lunar

Capitulo XI

(Yue)
Vi a Tam alejarse del lugar, me levante y percibí los ojos de todos posados en mí, creí que Daniel me pediría alguna explicación, pero creo que el entendió que necesitaba conversar con Tam, sentía que le debía muchas explicaciones, fue difícil pero logré alcanzarlo.


- ¡Vete! –grito Tam –es una orden- agrego al ver que no me movía.


Ahora él era el rey y yo solo un simple gruceen, se suponía que tenía que sentirme intimidada, pero no era así, al contrarío estaba enojada, por el trato que estaba recibiendo.


- ¡No te voy a dejar solo Tam! – conteste enfadada –Yo…hay algo que debo decirte- me mordí el labio, probablemente cuando el me escuchara me odiaría, pero el debía saberlo- Yo…soy la causante de la muerte de tu madre, yo…
- No es necesario que sigas –dijo, vi que su rostro se iba suavizando – eso lo sé hace mucho tiempo.
- ¡Lo sabes!- exclame sorprendida -¿Por qué no me lo dijiste?
- ¿Era necesario acaso?- me miro fijamente.
- Claro que lo era…yo…la mate…tú jamás me lo vas a perdonar –dije con pesar.
- ¿Cómo fue que llegaste a esa conclusión?- quise replicarle, pero él me ignoro – Yue no es tu culpa – acaricio mi rostro – debo reconocer que cuando me entere te guarde mucho rencor, pero de eso ha pasado mucho tiempo, Yue yo….-lo vi sonrojarse- Yo te amo hace mucho, nunca podría odiarte.


Me quede en silencio, ¡como podía responder a eso!, yo lo amaba por supuesto, eso no tenía que cuestionarlo mucho, pero lo que sentía no se comparaba con lo que experimentaba con Daniel, él era la persona más importante en mi vida, en este momento lo que me menos deseaba era hacerle daño a Tam, estaba segura que lo que lo último que él quería era escuchar palabras de consolación de mi parte, eso lo ofendería mucho, pero Tam se me adelanto.


- No tienes que decirme nada, tengo claro que no soy correspondido, pero quería decírtelo antes de que te fueras-añadió.
- ¿irme? – es que acaso me estaba expulsando de Walyu, por mi relación con Daniel.
- Yue siempre haz querido conocer el mundo humano, ya nada te ata a este lugar.
- Pero…la flor…yo…el enlace – dije titubeando, aún seguía conmocionada.
- Con respecto a la flor ya encontrare otra manera para que podamos sobrevivir, no pienso sacrificarte como lo hizo mi padre y con lo referente al enlace –suspiro – con la muerte de mi padre, aquella promesa quedo anulada, ¿así que puedes marcharte cuando quieras?
- ¡No te dejare, eres como mi hermano!- me arrepentí en el momento en que esas palabras salieron de mis labios, solo me basto ver su expresión de tristeza cuando lo dije -…además yo quiero ayudarte.
- Yue…no-lo vi negar con la cabeza.
- ¡Lo quiero hacer!- lo corte, antes de que pudiera discutirme – Tú me haz apoyado en todo momento, ahora es tiempo que yo lo haga!, yo…- no sabía que más decir para que aceptara mi ayuda.
- Esta bien, pero…-lo note incomodo -¿Daniel estará de acuerdo con que te quedes?, si él me lo pide lo volveré a su forma humana, ¿estas segura con tú decisión?
- Sí –afirme- si él decide irse yo…aceptare su decisión –dije poco convencida de lo que pronunciaba.
- Sabes que siempre estaré para ti, si necesitas cualquier cosa no dudes en pedírmela- me abrazo fuertemente, me sentí mal por no ser capaz de retribuir tanta generosidad, en eso observe la daga que estaba a unos centímetros de mí.
- ¿Y tú como estas? –murmure, supuse que el entendería que me refería a lo sucedido recientemente con su padre.
- ¿Debes pensar que soy un monstruo?
- ¡No!, entiendo porque lo hiciste-conteste.
- ¿De verdad? –pregunto incrédulo.
- Tú querías vengar a tu madre –el pareció sorprendido con mi respuesta- Meredith me comento que la reina nunca fue feliz con el rey, y…también se que jamás soportaste a tu padre, pero será cual sea la razón que te motivo al final, yo jamás te daré la espalda…tu…
- No quiero tu compañía, si solamente deseas compensarme, por lo…
- ¡No es así!- intervine- Walyu es mi hogar, tú eres mi única familia, por favor no me apartes –suplique.
- Yue –sonrió -tendría que estar loco para hacerlo – le devolví la sonrisa - creo que es hora de que volvamos, hay un funeral al que ir.

Asentí, el tomo la daga que estaba en el suelo, nos dirigimos de regreso al pueblo, todo estaba preparado, a Rhiannon lo había cambiado de ropa, le colocaron el mismo traje blanco que utilizo en la ceremonia, se veía imponente, estaba tendido sobre una estructura de piedra, Tam se acerco al centro y con un movimiento de manos, nuestro antiguo rey comenzó a arder, sentí a Daniel a mi lado, el apoyo su mano en mi cintura, me acercó a él, dude si debía cubrirme con mi disfraz, pero decidí no hacerlo, de ahora en adelante no me escondería más.


(Daniel)
Estábamos en el bosque, cerca del lago, donde fue nuestro primer encuentro con Hex, Yue pensó que era el lugar más adecuado para celebrar el funeral, a diferencia al de Rhiannon, en los funerales de los otros gruceen solo estaban presente la familia, en este caso únicamente nos encontrábamos Yue y yo, la ayude a prepararlo todo, Yue me explico que era una tradición en su pueblo vestirlos con la ropa que usaban en sus ceremonias, pero en este caso Tam nos paso su traje blanco, el cual le quedo perfecto, cerrando los ojos e imitando el movimiento de manos de Tam, el cuerpo de Hex comenzó a arder.


- ¿Cómo era mi padre? –dijo con lágrimas en los ojos – Tú al menos pasaste tiempo con él, cuéntame como lo conociste.
- El me contacto a través de un antiguo cliente, de esa manera consiguió mi número.
- ¿Antiguo cliente?- pregunto extrañada.
- ¡ah!, lo siento, no te he contado que yo soy un explorador, las personas me contratan para que los acompañe y los mantenga con vida en sus aventuras, tengo entendido que Hex era famoso por coleccionar objetos extraños, ahora sé con que intención.
- ¿Cómo llegaste a serlo?- pregunto intrigada.
- ¿Explorador? –pregunte y ella asintió –Mi padre lo era, digamos que es herencia familiar, tú debes saber de eso.
- Continua- la vi sonreírse por mi último comentario.
- Mi padre viajaba mucho, así que fueron contadas las ocasiones en lo vi, pero luego…-respire profundamente, aún me era doloroso contarlo – mi madre falleció, me fui a vivir con él, lo acompañe en sus aventuras, de esta forma aprendí el oficio.


Acaricio mi rostro, se sintió muy buen sentir su suave toque, ella continuaba llorando en silencio, me apenaba saber que con lo que le acaba de contar no le ayudo calmarse, solo empeore su estado de animo, la gire hacia mi, nos quedamos mirando, bese primero su ojo izquierdo, luego el derecho, finalmente pose mis labios en los suyos, ella me respondió de inmediato, eran tan dulces como la última vez, sentí su calor pasar a través de mí, acaricié su melena, enrede sus cabellos en mis dedos, me esmeraría en hacerla feliz, nos apartamos lentamente, observe su rostro lleno de tristeza, me sorprendió verla así, es que acaso había sucedido algo con Tam.


- Daniel…Daniel- su voz sonaba agonizante-yo…-se volteo, comenzó a alejarse de mí, pero yo le sujete la muñeca.
- ¿Por favor dime que te pasa? – suplique, ella bajo su rostro, no despegaba su vista del suelo.
- Me duele tener que decirte adiós –susurro.
- Entonces ahórrate el sufrimiento y no lo hagas- bromee, bueno eso intente, porque lo que menos quería era que termináramos, yo la amaba demasiado, tanto que a veces me asustaba.
- Daniel no estoy jugando, tú volverás a tu mundo, Tam me dijo que si así lo deseabas el podría hacerlo.
- ¿A cambio de que permanezcas a su lado?
- ¡Daniel! –grito indignada- mi compromiso con Tam esta disuelto –murmuro.
- ¿Estas segura que entendiste bien, no será que escuchaste mal?- dije, me parecía imposible de creer, o tal vez no, ya que si algo nos parecíamos Tam y yo era en que Yue era los más importante en nuestras vidas.
- Daniel, se lo que oí –contesto algo enfadada –pero no me haz contestado ¿aún quieres volver a ser humano?
- Por supuesto que si -la vi estremecerse- pero lo que más deseo es permanecer a tú lado, ya te lo dije una vez no te dejare sola, pero ahora que eres libre ¿no deseas conocer mi mundo?- pregunte, recordaba su entusiasmo sobre cada cosa que le contaba, ella permaneció en silencio, como si tratara de medir sus siguientes palabras.
- La única razón por que quería ir, era para conocer mejor el entorno en que se crió mi madre, pero luego de lo que escuche de mi padre, tengo una ligera idea de cómo era ella, además soy la recolectora- anuncio orgullosa- la encargada de encontrar la flor, no abandonare a mi pueblo.


No pude evitarlo, se veía tan linda cuando lo decía que la bese en la frente.


- ¿Estas segura que eso es lo que quieres, Tam no te ha obligado?
- No, el jamás lo haría-contesto resuelta.


Fije mi vista en el cuerpo de Hex, el cual era consumido por las llamas, recordé un pequeño detalle, que significaría mucho para Yue, barrí el lugar con mis ojos, entre los arbustos la pude divisar, tome la mano de Yue, la guíe, ella quedo bastante impactada cuando la vio.


- Esta…es-tartamudeo.
- Así es antes de marcharnos vi como la escondía entre los árboles, creo que no le molestara si la revisamos.


Dicho esto la abrimos, estaba las cosas básicas, unas botella de agua, la copa que nos mostró, todos objetos insignificantes comparados con el libro de botánica, una foto que sostenía Yue en sus manos, en ella aparecía Hex y a su lado una mujer de cabello negro, ojos azules, en su cuello estaba el collar que tan bien conocíamos, no había duda que se trataba de Diana, Yue estaba muy emocionada por ese descubrimiento, vi como intentaba a través de la magia arreglar su aspecto, así que intervine.


- No lo hagas, me gusta verte así.
- ¿Así de desastrosa? –dijo incrédula.
- ¡No!- negué de inmediato – vulnerable, no es necesario que aparentes hacerte la fuerte conmigo.


Ella bajo la mirada, al parecer la había ofendido, con lo que le dije, quise pedirle perdón, pero ella no me permitió hacerlo.


- Jamás estaré a tu altura…yo nunca seré como tú, nunca podre mostrar esa clase de bondad que tu tienes, pero puedo intentarlo- me miro con lágrimas en los ojos.
- Eso no es necesario, te amo tal cual eres…pero si insistes-le sonreí burlonamente- tengo toda la eternidad para enseñarte- vi como ella sonreía, colocándome más serio agregue –Estaré a tu lado toda la eternidad si me lo pides.
- Eso es lo que más deseo – contesto.


Con una sonrisa en nuestros labios, nos quedamos juntos, abrazados, mientras ella me confesaba su amor, creí que no podía ser más feliz; observamos arder los restos de Hex, Yue me señalo que ellos cremaban los cuerpos, para que sus cenizas vagaran por el bosque brindando su protección, pero no necesitaba saberlo para estar seguro que Hex cuidaría de Yue, como yo también lo haría de ahora en adelante, y con este último pensamiento pose mi mirada a la luna.


Fin


“Nuestros cimientos fueron el odio, pero nuestro fruto fue el amor”

domingo, 9 de enero de 2011

La Flor Lunar

Capitulo X


(Tam)
Mientras lo apuñalaba los motivos que me llevaron a este punto pasaban por mi mente, recordé la tristeza que siempre observaba en el rostro de mi madre, a veces yo conseguía robarle alguna que otra sonrisa, pero no vi aquel milagro hasta que mi madre conoció a Yue, nuestro primer encuentro fue en una vieja cabaña, mi madre estaba muy feliz, hace tiempo que no la observaba tan contenta, ella y el otro gruceen se esmeraba en cuidar de la pequeña bebe que tenía la piel de color azul, quede impresionado, creo que esa es la razón para tener tan grabado ese recuerdo en mi mente, pero un mañana dejamos de ir, pero Yue se vino con nosotros al palacio, sin embargo seguía estando bajo la vigilancia de mi madre, quién día con día observaba como se iba debilitando, le roge muchas veces a mi padre por explicaciones, pero como siempre ha hecho a lo largo de mi vida, me ignoro, y solo un par de semana después mi madre falleció, me sentí desolado, no me entere de lo que realmente le había sucedido hasta que cumplí los doce años, el breenum de mi madre, Meredith me explico que la antigua reina había querido convertir a Yue en humana, pero el esfuerzo fue demasiado para ella, su cuerpo no lo resistió, en ese momento odie tanto a Rhiannon como a Yue, pero cada vez que observaba sus ojos, veía su determinación por ser aceptada, llegando al punto de crear un disfraz, supe que por más que lo intentara me era imposible seguir guardándole rencor, pero con mi padre la situación era distinta, él ni si quiera pareció entristecido por su pérdida, él jamás me quiso a mi ni a Yue, sin embargo ella tenía la extraña obsesión de querer ganarse su afecto, de ser aceptada por el rey, quién siempre la uso, era otra victima de su avaricia, por eso sentí el deber de cuidarla y protegerla, el único motivo por el cual la criaba Rhiannon era simplemente por tenerla cerca, forzar alguna clase de lealtad, todo iba según su plan hasta que llego Daniel, me di cuenta que ese humano de alguna forma despertó la parte rebelde de Yue, la cual solo conocí hace nueve años, desde entonces había aceptado su realidad e intentado comportarse intachablemente, ver esa parte de ella nuevamente me descoloco un poco al principio, quise que la mantuviera oculta, no quería verla sufrir por tomar riesgos innecesarios, cuando fui enlazado a ella me sentí seguro, confiado, finalmente podría cuidarla y hacerla feliz, siempre la quise, al principio creí que era el típico sentimiento fraternal, después de todo habíamos crecido juntos, pero nuevamente la llegada de Daniel hizo darme cuenta que lo que sentía no era nada inofensivo, inicialmente no soportaba la idea de dejar a Yue sola con él, era tanta mi incertidumbre que irrumpí en su casa, le deje en claro que no permitiría que jugara conmigo, pero aquella acción tan precipitada solo provoco que Yue se alejara de mí, me percate de ello cuando la encontré vagando en el bosque, al principio parecía resistirse a contarme lo que le pasaba, eso me dolió mucho, siempre fui su confidente, pero me partió oír sus sollozos, me prometí que haría cualquier cosa por evitarle cualquier sufrimiento, más si estaba relacionado con su breenum, al principio creí que los celos que percibía en mi se debían principalmente a que en toda la infancia de Yue fui su centro, su pilar, ahora ese puesto me era arrebatado por Daniel, ¿Qué iluso fui?, la verdad es que estaba celoso de eso no había duda, pero el motivo era completamente diferente, yo la amaba, por esa razón tome la decisión de irme vivir con ella, pero con tenerla cerca solo conseguí percatarme de que había actuado demasiado tarde, ya no existía ninguna posibilidad para mí.
El adelanto de nuestro enlace solo hizo avivar viejos temores que Yue tenía, estaba claro que mi padre quería deshacerse de ella, yo me sentía atado, incapaz de hacer algo para ayudarla. Una mañana observe lo pálida que estaba su rostro, fue como revivir mi peor pesadilla, la muerte de mi madre había dejado cicatrices muy profundas, pero a diferencia de esa ocasión, ahora no era un niño, me enfrente a Yue, corría el riesgo de perderla, pero prefería a que se enfadara conmigo a que desapareciera de mi vida, simplemente pensarlo me aterro, sin embargo mi intervención no fue suficiente para convencerla, de no ser por Daniel, la historia habría sido diferente, estaba en deuda con él, a pesar de que comerse la flor, no fue la idea más inteligente, a menos eso impidió que Yue continuara con sus planes de convertirlo en humano, verla sufrir por él era algo que a penas podía soportar, egoístamente deseaba que Daniel despareciera de nuestras vidas, esta era mi oportunidad, la situación era muy peligrosa para Yue, estaba seguro que si ella hacia algo en contra de los deseos de Rhiannon usaría a Daniel para castigarla, se que mi motivación no era la más noble, simplemente quería alejar a Daniel de ella, aún guardaba esperanzas de que pudiera ganarme su corazón, lo más punzante es que hasta el breenum se dio cuenta de mis sentimientos, era doloroso que ella aún no lo viera, vague por los bosques, ahora deseaba no haberlo visto, y así poder seguir en mi auto-engaño, porque cerca del lago observe como Yue y Daniel se besaban, las expresiones de ambos demostraban el gran cariño que se tenían el uno a otro, me sentí destrozado, jamás existió posibilidad para mí, jamás, ¿Qué tenía ese humano que en tan solo unas semanas había conseguido llegar al corazón de Yue, al cual yo he estado intentando acceder por diecisiete años?
Me aleje rápidamente de ese lugar, aquella imagen se reproducía infinitamente en mi mente, no se cuantos minutos pasaron hasta que logre calmarme, pero para aumentar mi angustia, a la distancia vi a Yue con su piel celeste, hacia años que no la observaba sin su disfraz, se veía tan hermosa, me dejo sin aliento, no se como siempre conseguía hacerlo, todo el enojo que me embargaba por no ser correspondido desapareció, sabía que no era su culpa, sabía que ella me quería, pero era un sentimiento más fraternal; junto a ella se encontraba Daniel, ambos estaban tomados de la mano, como era de esperarse Rhiannon llego de inmediato para reprochar a Yue, iba a interceder por ella, aunque no tenía claro que iba a decir a su favor, pero para mi sorpresa Yue le contesto altivamente a mi padre, por primera vez no estaba conteniendo su frustración, aunque era doloroso escuchar sus aflicciones, me alegro que al fin les dejara en claro a todos lo importante que era para nuestro pueblo, luego pensaría en como sacarla del embrollo en que se estaba metiendo, pero de la nada un gruceen ataco al rey, mi primer impulso fue ir en su defensa, no fui capaz de hacerlo porque mientras luchaban me di cuenta que con su muerte era la única forma de que Yue sería libre, así que me quede en mi posición, pensé que el gruceen ganaría, parecía llevar ventaja, pero luego observe como mi padre apuñalaba al extraño, al cual tras estudiarlo un momento recordé que lo conocía, se trataba del gruceen de aquella cabaña, en el instante en que Yue corrió a su lado, supe que se trataba de su padre, aquel cabello blanco que ambos compartían era la prueba que necesitaba, la oí llorar de agonía, quería consolarla, pero la pequeña daga que cayo junto a mis pies llamo mi atención, la sostuve, sortee la posibilidad de terminar la tarea de Hex, ¿sería capaz?, frente a mi tenía al causante de la infelicidad de mi madre, lo sé porque cuando registre su oficina encontré una carta de despedida, donde le comunicaba Rhiannon que lo abandonaba y que ya no soportaba más, pero jamás sabré porque no lo llevo a cabo esa amenaza, y junto a el halle el collar que hace un tiempo le entregue a Yue.
Todo el desprecio que sentía hacia el rey salió a flote; la manera humillante en que trataba a todos, pero en el momento en que lo escuche reír, regodearse del sufrimiento de Yue, fue todo lo que necesite para infundirme el valor para matarlo, sentí como la daga perforaba su pecho, el me miraba desconcertado, seguramente no se esperaba mi traición, estaba seguro que recordaría ese rostro en mis pesadillas, pero ahora solo deseaba librar a todos de su desagradable presencia, en especial de mi amada Yue, aunque esta vez mantenerla a salvo me iba costar su completo desprecio, ella jamás lo entendería, lo confirme cuando vi su cara de consternación, definitivamente la había perdido, aparte mis ojos de ella, deje caer el cuerpo inerte de Rhiannon, me pare lo más firme que pude, levante mi barbilla.

- ¡Yo Tam, hijo de Marion y Rhiannon, reclamo mi puesto como su monarca! – dije con voz solemne- ¿alguien se me opone?

La tradición dictaba que una vez muerto nuestro rey, el heredero tenía derecho a reclamar el puesto de su padre, pero si algún gruceen no estaba de acuerdo, podía retarlo a duelo y convertirse en rey, pero lentamente breenum y gruceen se inclinaban ante mi, prometiéndome su fidelidad, pero a mi me interesaba una sola persona, Yue, ella fue una de las últimas en hacerlo, aún caían lágrimas por sus ojos; Daniel estaba a su lado, finalmente podrían ser felices esos dos, porque liberaría Yue de su promesa.
Todos estaban arrodillados, bueno no todos solo faltaba Daniel, tal como yo esperaba, lo que hacía era una gran ofensa, pero se lo deje pasar, simplemente por que me devolvió una cómplice sonrisa, el entendía lo que había hecho y porque; valore mucho ese gesto, ordene a todos que se levantaran, me dirigí al bosque con la daga ensangrentada en mi mano, en ese instante necesitaba desesperadamente un momento a solas.

viernes, 7 de enero de 2011

La Flor Lunar

Capitulo IX

(Daniel)

Salí en su siga y como supuse Yue estaba cerca del lago, aquel lugar que fue testigo de mis caídas e intentos de vuelo, era irónico que se hubiera refugiado en el sitio que inevitablemente le recordaría a mí, me acerque cautelosamente, le entregue mi pequeña ofrenda de paz, las que recogí de mi camino hacia aquí, unos ramos de flores silvestres.


- ¿Te sientes culpable?-pregunto.


No pude evitar sonreír, ella aún recordaba nuestra conversación.


- Tal vez- ella levanto una ceja tratando de deducir que planeaba – de hecho tenía pensado darte una serenata, pero debido a que la orquesta más cercana no se encontraba disponible, pensé en cantarte a cappella, pero creí que eso no ayudaría a que me perdonaras, así que aquí me tienes – la vi formar una pequeña sonrisa, la cual intento ocultar, supe que al menos había logrado los cimientos de su perdón, así que intervine – ¡ni lo intentes!, ya no me volverás a convencer de que sigues enojada.


Dicho esto, ambos permanecimos en silencio, vi como acariciaba los pétalos.


- Me es imposible permanecer enfadada contigo por mucho tiempo, ¿no entiendo porque deseo cuidarte, protegerte, ni si quiera soporto la idea de verte triste?- sonó desesperada – detesto que mi lado humano salga contigo –suspiro – se que todo lo que te acabo de decir suena extraño, pero…
- ¡No!- grite – a mi me sucede lo mismo contigo…yo- como explicaba aquello que nos pasaba a los dos, ella pareció comprenderme porque la vi sonreír, pero luego su rostro se congelo.
- ¿Eres extraño humano? – pronuncio con voz solemne, la quede mirando, no entendía a que se refería- te arriesgas por criaturas que no conoces, pero cuando se trata de tu seguridad no haces nada por impedirlo, es como…es como si quisieras que alguien pusiera fin a tu existencia.
- ¿Eso te preocupa?

- Sí, mucho, a pesar de que no me lo creas.


Pude ver su expresión de tristeza cuando lo decía, acaricie su clavícula con cuidado, se que la había tomado por sorpresa, lo que menos quería era asustarla, alejarla de mí por ser tan imprudente, mientras lo hacía me di cuenta que ya no la odiaba, ¿Cómo podría hacerlo?, luego de que se arriesgara tanto por curarme.


- ¿Qué es lo que tienes que me hace quererte tanto?- dije.


La amaba, todo este tiempo viajando por el mundo entero, para que finalmente llegara a este sitio, encontrara un lugar al que pudiera llamar hogar. Ella me miraba fijamente, tratando de entender lo que acababa de decir, no fui capaz de esperar una respuesta, a decir verdad, me daba pánico escucharla, se que actué como un cobarde, pero este iba a ser el final de todo, mi despedida, al menos me iría con un lindo recuerdo, y la bese.

(Yue)

Quería decirle muchas cosas, no sabía como expresar en palabras lo que siento, lo único que tengo claro es que cada vez que esta cerca siento una fuerte opresión en el pecho, no quiero que nadie le haga daño, pero eso imposible, soy un gruceen, tengo un deber con mi pueblo, si ello requieres mis servicios o los de mi breenum, debo acudir aunque eso signifique arriesgar la vida de ambos, es el precio que tengo que pagar por permitir a una híbrida como yo vivir en su aldea, la única manera de mantenerlo a salvo sería dejándolo ir, pero soy demasiado egoísta para pedírselo, lo mejor será contarle como es la situación en la que me encuentro, y que él tome una decisión, tratar de aceptarla, pero no fui capaz de pronunciar nada, simplemente no se que paso, solo tenía conciencia de su penetrante mirada, luego sus dulce labios estaban posados en los míos, todo pensamiento coherente se fue, solo deseaba estar más y más cerca de él, mi corazón latía frenéticamente, entrelace mis dedos en sus cabellos, eran muy suaves, finalmente nos alejamos, esto traería consecuencias, no solo en nuestra relación, ahora veía imposible dejarlo ir.


- Eres hermosa- me dijo entre jadeos, me voltee lo más rápido que pude, dándole la espalda, ¡Como era posible que esto me estuviera pasando a mí!, esto no es amor, es imposible, tal vez si le muestro mi verdadera apariencia pueda alejarlo, volver a la relación que teníamos antes, si eso era posible aún- perdóname yo no debí…fue imprudente de mi parte- dijo nervioso.

- Fue más que imprudente- dije aún de espalda- una vez te conté que mi madre fue humana, ella tiene más implicancias de lo que te puedas imaginar.


Deje caer mis disfraz, me voltee esperando ver la misma cara de desprecio, que veía en los demás habitantes, pero lo que me encontré fue todo lo contrario, podía ver asombro, pero principalmente mantenía el ceño fruncido, como tratando de entender lo sucedido.


- ¡whau!...eso explica muchas cosas.

- ¿Acaso esta apariencia no te produce repulsión?-intervine.

(Daniel)
Se veía tan frágil, todo su cuerpo que una vez fue verde ahora era de un celeste claro, al igual que sus ojos, ahora sus alas ya no cambiaban de tonalidad, se mantenían en ese bello celeste, era hermosa, diferente a todas las demás, jamás sentiría asco, no entendía porque me lo preguntaba, luego recordé el desprecio de todos, así que por eso era, para ellos su color era una aberración, ya que era causado por el cruce entre un humano y un gruceen, por el poco tiempo que llevaba entre ellos, aprendí la importancia que tiene el linaje para los de su aldea. Ella esperaba impaciente mi respuesta, no es que mi prolongado silencio fuera para hacerla sufrir, sino porque quería encontrar las palabras exactas que reflejaran lo que siento.


- Nosotros somos muy diferentes, pero a pesar de todo, me siento conectado a ti, no se como consigues que me sienta tan cómodo y…feliz, lo que menos me importa es tu apariencia- cada segundo que pasaba me colocaba más nervioso, ¿Por qué era tan difícil decirlo?-…aunque eres bastante guapa…lo que quiero decir es que…
- No importa.
- ¿No?


En ese momento temí que me hubiese entendido mal, que quería decir con que “no importaba”, no importaba el beso, no importaba lo que yo pensara, ¿Qué?...pero no espere mucho, ella me dio una respuesta de inmediato. Se acerco a mí, apoyo su cabeza en mi pecho, suspiro.


- No, solo quiero saber ¿si te quedaras a mi lado?
- Por su…
- ¡No me interrumpas!, hay un par de cosas que debes saber primero…a los híbridos no se les permite vivir en la aldea, de hecho son matados al nacer… –sonrió tristemente -…pero gracias a que poseo la habilidad de encontrar la flor lunar, eso me dio la posibilidad de seguir con vida, a cambio le prometí al rey todas las flores que el quisiera…ya no puedo romper esa promesa…tu como mi sirviente debes ayudarme, pero no es tu obligación quedarte….puedes marcharte – dijo sonando afligida.
- ¡No te dejare sola!- la abrace fuertemente, sus labios decía una cosa, pero pude sentir su desesperación, me parecía ridículo haber pensado en aceptar la propuesta de Tam, luego de todo lo que Yue me acababa de decir.
- Pero tu vida correría peligro, por estar…para ellos solo eres un breenum.
- ¿Y para ti…que soy?
- Eres mucho más que eso, para mí….


No necesitaba oír más, la bese nuevamente, y todo el pánico que sentí la primera vez, se había ido, ya que sabía que ella me correspondía de cierta forma, no quería separarme de ella, la protegería, nos alejamos levemente solo para oírla susurrar mi nombre, sonaba tan hermoso en sus labios, quería escucharlo de nuevo, pero no alcance a pedírselo, porque un extraño ruido nos alerto, a solo unos metros un humano nos observaba, la expresión de su rostro indicaba asombro; como no estarlo, solo debía recordar mi reacción, poco a poco se fue acercando, me di cuenta que ese extraño no era un completo desconocido, era el millonario que me contrato, pensé que me había reconocido, pero fue otro nombre el que salió de sus labios.


- Yue.

(Yue)
¿Quién era ese hombre, parecía conocerme?, pero no recordaba haberlo visto.


- Hex….-Daniel se notaba nervioso en su presencia, ¿acaso se conocían? -…déjame explicarte yo…-titubeo


¡Hex!, eso era imposible, tenía que ser un alcance de nombre, no me podían haberme mentido de esa forma, era doloroso creer que la persona que te crió, te hubiese engañado de esa manera, porque no pensé que tal vez lo que él me había dicho, no era totalmente cierto, porque acepte todo sin dudar, fui una ingenua; en todo momento el humano que tenía frente a mí no dejaba de observarme, me acerque lentamente a él, quería encontrar algún indicio que me confirmara mis sospechas.


- Mi niña, no puedo creer que sea verdad-pronuncio emocionado, me abrazo fuertemente, yo también lo hice, de cierta forma me ayudo a confirmar que no era un sueño, que él si existía, que estaba junto a mí.


Sentí a Daniel moverse incómodamente, él definitivamente debía estar desconcertado con lo que sucedía a su alrededor, me sentí en la obligación de pronunciar mis sospechas en voz alta, tenía que confirmar de cierta forma que esto era real.


- Papá…estas vivo…no es un sueño…¿Cómo?- se aparto levemente de mí, observe su pelo canoso, sus múltiples arrugas en su rostro, medía veinte centímetros más que yo, sin embargo todas estas características que yo observaba no eran más que una ilusión, estaba usando un disfraz.
- Así es-murmuro-creí…que tú…


No lo deje terminar, si el estaba vivo, tal vez mi madre también lo estaba, tenía que saberlo, todas mis preguntas al fin podrían ser respondidas, me sentía inmensamente feliz.


- Y mi madre- susurre cautelosa, el me miro con tristeza, negó con la cabeza, al menos algo de lo que me habían dicho era cierto.
- Tengo muchas cosas que explicarte-suspiro -aún no puedo creer…estas hecha toda una señorita- rió - lamento haberme ausentado tanto tiempo, yo…
- ¿Por qué lo hiciste?- intervine, muchas emociones inundaban mi cuerpo, llegue a pensar que mi padre me consideraba una vergüenza como todos, pero deseche es idea de inmediato, solo con observar su mirada supe que me amaba muchísimo, pero necesitaba saber ¿porque me había abandonado?
- Antes de contestarte, quiero que tengas claro que eres lo más importante para mí, pero en el pasado tome decisiones de las cuales no estoy muy orgulloso- me tomo de la mano, nos sentamos en el césped, sentí un apretón en el hombro, Daniel lo hizo, me había olvidado de su presencia, pero ahí estaba brindándome su apoyo –Diana, tu madre estaba vagando por los bosques, ella era botánica, estaba aquí estudiando ciertas plantas- rió- se llevo un susto de muerte cuando me vio, pero una vez pasado el impacto inicial, prometimos volvernos a encontrar.
- ¿Por qué no la convertiste? – pregunte impaciente, necesitaba saberlo, aquel relato me recordaba a mi encuentro con Daniel y necesitaba conocer la respuesta, tal vez con la esperanza de que aquello me ayudara a mitigar la culpa que sentía por lo que había hecho pasar a Daniel.
- No podía hacerlo, deseaba ganarme su cariño –contesto estudiando mi rostro, al parecer lo había ofendido con mi pregunta – la ame desde el momento en que la vi, jamás la hubiese condenado a una vida de esclava.


Mire a Daniel con pesar, comprendí lo egoísta que fui, pero en ese momento…Daniel interrumpió todo pensamiento lógico, me jalo a su lado apartándome de mi padre, me acaricio el cabello.


- No tienes nada de que arrepentirte – me susurro –de lo contrario
yo nunca te hubiese conocido.


Nos quedamos mirando, en eso tenía razón, con esas simples palabras, libero el peso que oprimía mi pecho, roce mis dedos en su rostro, el atrapo mi palma y la beso, en eso un carraspeo rompió nuestra pequeña burbuja, sentí mi cara arder, como pude olvidar a mi padre, creo que a Daniel le sucedió la mismo, porque de un salto nos separamos.


- Jovencito –dijo Hex dirigiéndose a Daniel –no porque haya estado ausente, voy a permitir que pases a llevar mi autoridad, aún no me haz pedido permiso para salir con mi hija- haciendo hincapié en lo último.


Daniel parecía tan avergonzado como yo, quería replicarle a mi padre, decirle que estaba exagerando, pero en estos momentos lo que menos deseaba era discutir con él, además ver a Daniel tan nerviosos me divertía bastante.


- Lamento lo sucedido… ¿Me daría su consentimiento para salir con Yue?- pregunto Daniel, realmente hablaba en serio.
- Por supuesto que si Daniel, bienvenido a la familia- dijo con una gran sonrisa, lo abrazo, luego ambos se me quedaron mirando, mi padre junto a la persona que amaba- Estoy seguro que tu madre estaría orgullosa de ti, tanto como lo estoy yo- dirigiéndose a mí.


Escuchar aquello me hizo muy feliz, ahora me sentía con el deber de preguntárselo, pero me daba miedo hacerlo.


- ¿Cómo murió mi madre?


Vi a mi padre tensarse, definitivamente el no quería hablar de eso, imaginaba que debía ser doloroso, pero necesitaba conocer toda la verdad.


- Tú madre y yo nos reunimos muchas veces en este bosque, un día me dio la mejor noticia – vi como sus ojos se llenaban de lágrimas por los recuerdos – me contó que estaba embarazada de ti, supe que eso nos traería algunos problemas, por eso no pude estar junto a ella la mayor parte del embarazo, me aleje de ella, solo la vi ocasionalmente –aquello me indigno, como fue capaz de dejarla cuando más lo necesitaba, pero luego agrego – No estoy orgulloso de eso, pero tuve que hacerlo, Rhiannon no debía enterarse de tu existencia, mis constantes ausencias ya había levantado ciertos rumores, sin embargo a pesar de todas las precauciones que tome, no fui capaz de proteger a tu madre- apretó sus manos con furia.
- ¿Qué fue lo que paso? –susurre.
- En el momento de parto –dijo apretando los dientes –tu madre falleció, me pidió que te cuidara, pero ni si quiera eso fui capaz de hacer…-me acerque, lo abrace, me dolía verlo sufrir así, no era su culpa, pero había muchas cosas que aún no comprendía, escuche como tomaba una profunda inspiración, continuo con el relato –eras una bebita muy linda, como toda recién nacida, necesitabas muchos cuidados, así que tuve que arriesgarme, le conté de tu existencia a una vieja amiga, Marion, ella tenía un pequeño de dos años, estuvo encantada de ayudarme contigo, vivimos en un pueblo cercano que bordea este bosque…
- Espera- necesitaba saber algo antes de que continuara -¿La madre de Tam me cuido?
- Si, exactamente… - Eso significaba que tenía mucho que agradecerle, mi padre me acariciaba mi cabeza, me beso la frente, como preparándome para una desagradable noticia – pasamos dos años bastante tranquilos, eras muy habladora –rió – te gustaba correr por todos lados, nunca te mantenías quieta, pero en un descuido te escapaste, salí en tu búsqueda, pero no fui lo suficiente rápido, porque Rhiannon ya te había visto, él inmediatamente unió las piezas y me apreso.


Todo fue mi culpa, yo lo había arruinado todo, a pesar de no recordar nada de aquel incidente, agache mi rostro, no quería llorar de nuevo, ya había derramado demasiadas lágrimas en estos días, lo que menos deseaba era entristecer a Daniel o a mi padre.


- ¿Luego que paso? –pregunte temerosa.
- Como eras mestiza, Rhiannon aún no tenía la certeza de que pudieras hallar la flor, por eso decidió que lo mejor era mantenerte en el palacio, mientras yo buscaba la planta, en todo momento estuve vigilado, no se me permitió acercarme a ti….-sentí que me observaba, estudiando mis reacciones, suspiro –una tarde el breenum de Marion vino con un mensaje decía “Yue fue capaz de encontrar la flor”, a pesar que me siento avergonzado, me vi obligado a hacerlo… me escape de mis vigilantes, huí de Walyu, abandonándote, quise regresar muchas veces por ti, pero todos mis intentos fueron en vano, Marion me aseguro que tenía un plan, que no me preocupará, yo le creí, pero luego me entere de la verdad – se quedo en silencio, quería preguntarle a que se refería, pero lo vi tan afectado, que no quise insistir, pero el sacio mi curiosidad – cuando esperaba a Marion para que me informara de ti, para mi sorpresa fue Meredith, la breenum de la reina con la que me encontré, ella me explico que Marion ya no podría volver a encontrarse conmigo, creí que era debido a la constante vigilancia de Rhiannon, pero me entere del “fantástico plan”, ella quiso convierte en humana, de esa forma sería más fácil infiltrarte en el mundo humano, pero no lo consiguió, comenzó a debilitarse lentamente, no poseía la magia suficiente para lograrlo, solamente puede hacerlo el rey – así que yo fui la causante de la muerte de la madre de Tam, ella solo deseaba ayudarme, no quería pensar en lo que me diría Tam cuando se enterara, ¿me odiaría acaso?, luego mi padre añadió – de haberlo sabido la hubiera detenido, pero no pude- dijo con pesar, oír aquello me ayudo a comprender los motivos de Daniel al comerse la flor, el porque de una acción tan desesperada e irracional - Después de lo sucedido no tuve otra opción que refugiarme en el mundo humano, esperar el momento adecuado para volver.
- ¿Cómo es que el rey consigue tener semejante poder?- intervino Daniel.
- Por ser el rey –contesto mi padre, como si eso lo explicara todo, creo que observo nuestra indignación por su respuesta, porque luego agregó –cuando un gruceen es coronado, su magia se incrementa, se los explicare de otra forma, Rhiannon tiene acceso a la magia de cada Gruceen de pueblo, y como convertir a un humano requiere de tanto poder, el absorbe un poco de cada uno.
- Pero yo jamás he sentido esa falencia de poder- replique.
- Si lo haz hecho –contradijo – es solo que es tan pequeño lo que te arrebata, que si prestaras más atención te darías cuenta.
- ¿Y que papel juego yo en todo esto?, ¿Por qué me buscaste?, ya que claramente no me necesitabas para encontrar la aldea- dijo Daniel.
- Te utilice… - observe como Daniel se enfadaba por lo que acaba de oír, yo también lo estaba- en el momento en que te conocí, supe que producirías un gran revuelo entre los gruceen, serías convertido en un breenum, tu personalidad me hizo prever eso, aunque jamás imagine que te involucraría sentimentalmente con mi hija, pero estoy seguro que todos los gruceen están pendientes de tus movimientos.
- Tienes razón en lo último-respondió Daniel, ahora más calmado - ¿Y cual es tu plan?
- Derrocar a Rhiannon, es la única forma en que Yue podrá estar a salvo –contesto en un tono que no admitía discusión - ¿Pensé que estarías molesto conmigo?
- Reconozco que me enoje un poco, y como dicen “el fin justifica los medios”, si es por la seguridad de Yue, estoy dispuesto hacer cualquier cosa.
- No- susurre- no permitiré que nadie se sacrifique por mi- negué con la cabeza, me dirigí a mi padre – no quiero perderte, cuando…
- Nada me sucederá- me aseguro – Llevo años planificando esto, no te abandonare nuevamente –levanto mi barbilla –debes estar tranquila –yo asentí.
- Lamento contradecirte –intervino Daniel – pero no creo que un simple humano pueda contra ellos, yo mismo lo he comprobado.
- Es que resulta de que no soy un simple humano-contesto


No me sorprendió aquella declaración, era algo que ya intuía, observe como se desprendía de su disfraz, ver su piel verdosa, sus ojos sin pupilas que me miraban atentamente, su altura no vario, se mantenía en un metro ochenta, tal como yo supuse, pero toda mi atención se centro en el color de su pelo, era blanco como el mío, definitivamente de él lo había heredado, ver su apariencia de gruceen me hizo recordar algo fundamental para los de mi raza.


- ¿Cómo sobreviviste? –pregunte, el me miro con desconcierto, pero luego una expresión burlona apareció en su rostro.
- Yue…recuerda que ambos somos recolectores, podemos encontrar la flor donde sea, sin importar el lugar en que nos encontremos.
- Si, pero la copa…


Era ese artefacto el que provocaba la transformación del líquido formado por cada flor, sin este el efecto de la flor se veía disminuido considerablemente, y no le hubiese permitido sustentarse por tanto tiempo, en tan buenas condiciones, como yo era capaz de observar.


- La copa que posee el rey no es la única que existe- contesto, saco de su bolso un pequeño cáliz, medía alrededor de diez centímetros, poseía los mismo signos que el que usábamos en la ceremonia –Esto no fue lo único interesante que encontré- nos enseño una daga, con una hermosa empuñadura, la quede mirando maravillada por su belleza, me acerque a tocarla, pero mi padre me detuvo –Esta daga puede dañarte permanentemente –lo mire desconcertada, era algo imposible de creer, pero el tono que utilizo, me impulso en confiar en sus palabras.


Aproveche el momento para consultarle por el collar de mi madre, se alegro muchísimos al saber que no se había perdido, que me dio pena contarle que ahora estaba en manos de Roxanne, pero antes de que incrementar mis temores suponiendo que habilidades pudiera esconder, mi padre me aseguro que el tiempo que lo tuvo consigo, jamás encontró nada inusual, eso me tranquilizo.
Luego de discutir el plan nos dirigimos a Walyu, mi padre se escondió entre los árboles, esperando el momento para actuar, a su vez Daniel y yo nos dirigimos al centro de la aldea tomados de la mano, en parte porque eso iba a alterar enormemente a los gruceen, también porque eso me infundía cierto valor a lo que iba hacer a continuación, como predijimos el rey se acerco a nosotros indignado, mientras éramos rodeados por todos los habitantes del lugar.


- ¿Qué significa esto? – pregunto el rey, me tome mi tiempo, apreté la mano de Daniel y comencé.
- ¿Qué te produce más repulsión, que guarde sentimientos a un breenum o que haya aparecido sin mi disfraz?, y me muestre a todos tal cual soy – lo mire fijamente, note su enfado, pero decidí seguir adelante – Rhiannon, ¡ya me canse de ti y de todos en este pueblo!, acaso creen que no me he dado cuenta de su desprecio, e intentado todo este tiempo no salirme del papel al cual me condenaron, cumplí con cada una de sus reglas, pero no importa todo el esfuerzo que puse, continuaron despreciándome, ¿Por qué?- me detuve, se suponía que debía poner histéricos a todos con mi insolente actitud altanera, no que revelara mi desprecio hacia ellos, mire a Tam, él en instantes parecía entristecido, pero en otros lo notaba contento por lo que estaba haciendo –simplemente porque mis orígenes son distintos, ¡Pero conseguiré que me aprecien!- anuncie - no les entregare ninguna otra flor más, y veré como se las ingenian para sobrevivir- observe pasar el pánico por cada uno de los rostros que estaban a mi alrededor, excepto el rey.
- Muy bonita palabras Yue –dijo irónicamente - Pero creo que…


En eso mi padre se abalanzó sobre Rhiannon, ambos cayeron al suelo, todos nos quedamos paralizados de la impresión, a pesar de saber que Hex utilizaría el alboroto que provocaría para mezclarse entre la multitud, me encontraba entumecida, Rhiannon golpeo la muñeca de mi padre, este soltó la daga, pero en cambio conecto un combo en el rostro del rey, esto lo aturdió un segundo, pero la lesión se comenzó a sanar inmediatamente, pero en un instante la situación cambio completamente, Rhiannon enterraba la daga en el pecho de mi padre, oí un gemido de dolor, me acerqué corriendo a él, retire la daga de su cuerpo, aquello vino acompañado por otro grito de angustia, observe sus heridas, esperaba que se curaran, sin embargo nada sucedía, mi padre tomo mi mano.


- Yue- susurro- lamento no cumplí…
- Eso no importa, debes…-susurre


No pude decir más, mi garganta se cerro, los sollozos amenazaban por invadirme, me rehusaba a perderlo, jamás debí aceptar este alocado plan, tal vez si me hubiese puesto más firme, si no hubiese conformado con un simple “nada me sucederá”; existían muchas cosas que deseaba cambiar desesperadamente, nuevamente por mí alguien moría, primero mi madre, luego Marion, ahora… ¡No!, me niego a aceptarlo, pero un leve roce me saco de mis pensamientos, vi los ojos de mi padre fijos en mí, murmuro “Te quiero”, luego su mano cayo laxa frente a mí, se había ido.
Sentí que alguien acariciaba mi cara, lo más probable es que fuera Daniel, no me voltee a comprobarlo, me era imposible aparatar mi vista, pero una risa me saco de mi estado de desolación, fue reemplazado por la furia, Rhiannon se reía, mientras se jactaba de lo estúpido que fue mi padre al desafiarlo, busque la daga frenéticamente, me vengaría, pero no estaba a mi alrededor, pero un grito me hizo levantar la vista, quede desconcertada con lo observaba, Tam estaba apuñalando a su padre con una expresión de cólera en su rostro.

lunes, 3 de enero de 2011

Insatiable


Como pueden ver este libro fue escrito por Meg Cabot, mi autora favorita, así que comience a leerlo en el momento en que tuve un respiro, y como me ha pasado con cada uno de sus libros, no pude despegarme de el, así que en menos de dos días lo termine, bueno antes de dar mi humilde opinión, les dejo la reseña.

Sinopsis:

¿Cansada de oír de vampiros? Meena Harper también lo está.
Pero sus jefes la obligan a escribir de todos modos, aunque ella no cree en ellos.
No es que no esté familiarizada con lo sobrenatural. Verás. Meena Harper sabe como vas a morir. (No vas a creerle. Nadie lo hace.)
Pero ni siquiera la precognición de Meena puede prepararla para lo que sucede cuando conoce –y entonces comete el error de enamorarse de -Lucien Antonescu, un moderno príncipe con una pizca de lado oscuro. Y es ese lado oscuro por el que muchas personas, como una antigua sociedad de cazadores de vampiros, preferirían verlo muerto.
El problema es que Lucien ya está muerto. Tal vez esa es la razón por la que es el primer hombre que Meena ha conocido y con quien puede verse teniendo un futuro.
Verás, mientras Meena siempre ha sido capaz de ver el futuro de todos los demás, nunca ha sido capaz de ver el suyo.
Aunque Lucien parece ser todo lo que ella alguna vez ha soñado como un novio, él podría llegar a convertirse más en una pesadilla.
Ahora sería un buen momento para que Meena comenzara a aprender a predecir su propio futuro…Si es que aun tiene uno.


Opinión:
Bueno como dije al inicio, soy fans de esta autora, y por lo mismo no me considero muy imparcial, a mi definitivamente me encanto, me reí en varias partes, ya que hace bastantes alusiones a varias series de vampiros que están de moda, de una manera cómica, un pequeño extracto.

"....Y, ¿Cómo podría él haber sabido donde vivías y tu nombre, que también dijiste que sabía, aun cuando no se lo habías dicho? No hay tal cosa como lectores de mente, Meena. Excepto Sookie Stackhouse y ella es inventada. Todo lo puedes hacer es decirle a las personas como van a morir, lo que no es ni cerca tan útil o maravilloso. Tomaste la pastilla antes de salir y no lo recuerdas y luego soñaste todo esto. Estas trabajando en un libreto acerca de vampiros, ¿Recuerdas? Es natural que hayas soñado con murciélagos. Vampiros, murciélagos. Me sorprende que el hombre con el que soñaste no estuviera usando una enorme capa negra o brillando o algo así".

Siguiendo con mi super análisis, esta historia tiene un desarrollo bastante rápido, a muchos no le gusto el final, pero a mi si, porque me sorprendió, no fue el típico ... end, que muchos esperaban, además de ser el primero de una saga, según mis fuentes (wikipedia) la secuela saldría en julio del 2011, es un libro que recomiendo de todas maneras, si no lo han hecho aún, anímense a leerla.

Bueno ahora les dejo el trailer del libro